lunes, 22 de septiembre de 2008

No necesito amigos que cambien cuando yo cambio y asientan cuando yo asiento. Mi sombra lo hace mucho mejor.

Hace bastante tiempo que abrí este blog. Creía que tenía muchas cosas que decir, pero al parecer no era así. No es que ahora las tenga, pero al menos hay cosas que quisiera compartir.

El lunes 19 de agosto (puede que haya sido 18, pero para lo que interesa...) volví a la escuela. No es que sea un motivo de felicidad por muchas razones, tengo 16 años y nunca me ha agradado esa falsa prisión; pero el hecho es que volví. Entre a primer semestre de prepa... lo importante aquí son las personas que conocí. Es increíble como, cuando llegas, te amigas mucho de ciertas personas y al transcurrir el tiempo terminas sin acordarte de ellas.

Conocí a unas cinco chicas muy agradables, todas eran muy risueñas y bromeabamos mucho entre nosostras. Me amigue mucho de una de ellas, hasta eso aun nos hablamos aunque significativamente menos; después de un par de días esa chica conoció a otra, pongamosle "Puka". "Puka" resultó ser muy agradable, pero más que nada una niña con una madurez extraordinaria. Yo que con mis 16 años que me consideraba el dios de la madurez, una persona que gusta de observar y escuchar a los demás... llega esta chica con toda una serie de ideales y principios y me siento desbancada. Fascinada, si. Pero desbancada.

Esta chica me enseña muchas cosas, yo siendo una persona terriblemente negativa ante la vida empiezo a creer en las cosas que me dice. Y siendo eso tan bueno para mí en muchos sentidos quisiera compartir algunas cosas con ustedes. Por supuesto también les impartire un poco de lo mucho que creo saber.

No hay comentarios: